REFLEXIONES

Bienvenidos de nueva cuenta:
Gracias por su paciencia y su espera.

Retomamos este espacio en donde todos los que andamos en este camino, colaboramos y lo nutrimos con nuestras experiencias, nuestras reflexiones, mensajes, oraciones, etc.

Hoy compartimos un texto de Alma, a proposito del cierre del Taller de Heridas; un mensaje de animo de parte de nuestra amiga Pily Oyarzabal y una reflexión de un servidor, José Daniel Hernández.

Gracias a todos, por leernos y gracias por participar.

Gracias, Padre, por ponernos en el camino !

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Se cierra un ciclo.
Cada vez que inicio un taller de las heridas que te impiden ser tu mismo son diferentes las emociones que siento por el camino que voy a recorrer con cada uno de los participantes.
Al ver la cara de duda, de expectativas en cada uno, siempre pienso creo que debo tomar una foto del momento inicial y otra al concluir para que se den cuenta de sus cambios después de que trabajan desde su herida.
En este taller hacemos un recorrido durante siete semanas de las cinco heridas como son rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia. Conocemos donde se originó, quien es desde una óptica objetiva el padre o los padres que la promovieron y como a través de la vida vamos formando una máscara de sobrevivencia como huidizo, dependiente, masoquista, controlador y rígido.
Es un taller teórico vivencial en el cual los ejercicios que realizamos son de acuerdo a cada herida y por consiguiente a las características de la máscara.
Son siete semanas en las que trabajamos a profundidad descubriendo cada uno de los participantes secretos de su alma, compartiendo tristezas, alegrías y dolores de sus vidas para crecer.
Me da alegría ver como a través de cada semana y de ir en el proceso de conocer el alma de cada compañero se van estableciendo lazos entre nosotros que difícilmente desde otro lugar pudieron establecerse igual. Me satisface ver cómo es que a través del propio crecimiento y de observar el crecimiento del otro puedo honrar su vida que es tan respetable como la mía.
El hecho de descubrir que cuento con un grupo en el momento que decido trabajar mi herida y saber que hay otros que me pueden dar contensión, apoyo, sostén y algunas veces darme cuenta que alguien es capaz de con un simple comentario activar mi herida y yo en automático poner mi máscara para seguir en esta vida me ayuda a distinguir el proceso que he seguido durante la vida en forma clara y es a partir de ese “darme cuenta” que puedo reconocer mi herida, con su respectiva máscara y decidir iniciar el proceso de sanación.
Lo más valioso de todo esto es darme cuenta que no existe gente mala sino personas que sufren.
Se cierra un ciclo más. En esta ocasión quiero hacer un reconocimiento a todos ustedes por ser un equipo de trabajo maravilloso y comprometido. Me siento orgullosa de cada uno por su empeño, por su esfuerzo, por aceptar en momentos tocar su propio dolor para avanzar, por compartirse, por acompañarse y sobre todo por decidir ser y ser mejores cada día.
Les agradezco por confiar en mi. De cada uno me llevo pedacitos de su alma, pueden estar seguros que los guardo en mi corazón y sepan que honro sus vidas.
Gracias José Humberto, Brenda, Daniel, Andrea, Arturo, Ricardo, Lourdes incluida la bebé que desde ya está trabajando, Araceli, Silvina, Cristina, Rosario, Susana, Margarita, Jorge Alejandro, Adriana, Verónica, de verdad gracias desde mi corazón, felicidades por estar y seguir en el camino.

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Desde mi Dios Interior: agradezco que mi camino se cruzara con el de Alma Sofia y que de ese encuentro renaciera mi YO verdadero. No ha sido fácil el camino al renacer pero todo lo que he tenido que dejar por doloroso que haya sido, valió la pena. El camino recorrido siempre ha sido cuesta arriba, a veces he tenido que hacer un alto pero no he retrocedido y eso me ha dejado muchas satisfacciones personales.

El camino a veces lo que andado acompañada, a veces sola, pero solo físicamente porque espiritualmente Dios siempre ha estado ahí, y lo mejor es saberlo. Alma Sofía, con su luz, me ha iluminado la mayór parte de este camino, lo cual agradezco. A todos los que han coincidido en el camino de Alma Sofía, les aconsejo no desfallecer. ANIMO!. Todos tenemos esa fuerza interrior para ser y hacer todo lo que nos proponemos. Confíen, pongalo en manos de Dios y suelten, pero no se olviden de hacer oración y agradecer siempre.

Que Dios los bendiga a todos ustedes

María del Pilar Oryazabal H.

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Si antes de que en mi camino se me presentara Alma Sofía Fucuy y me iluminara, me hubieran dicho que yo dejarìa de ser todo lo que antes fui, que trabajarìa arduamente desde mi interior para sacar toda la podedumbre que en mì había y que iniciarìa un proceso para renacer, para ser próspero y sobre todo, ser un nuevo YO, por supuesto que me habría reido y hubiera mandado al carajo a aquel que me lo hubiera dicho.

Pero...Cómo mandarME al carajo yo mismo? o peor aùn... Podría haber mandado al carambas a Dios mismo, que me tendió su mano y me dijo: Ven, deja de atormentarte, aquì estoy?

Y es que este proceso de hacer un alto a tiempo, recapitular, modificar y cambiar no fue fortuito, no fue al azar ni tampoco algo que me hubiese llegado antes o despuès. Simplemente, me llegò en el momento justo y preciso en que todo mi interior gritaba y me exigía un ya basta.

En la vida de todos nosotros siempre llega el momento en que desde nuestro interior surje un YA BASTA!!! y si no nos hacemos caso, entonces si, todo se termina por desmoronar.

En mi caso, el YA BASTA llegò en el momento en el que me hartè de tantos odios, rencores, miedos y temores; tantos perdones no pedidos ni entregados, tantos abrazos negados, tanto cariño contenido, tantas barreras para que fluyera mi propia escencia, disfrazado siempre de fuerte, huraño, egoísta.

Hoy a tres o cuatro meses de haber iniciado este camino, despuès de concluir mi taller de heridas, de saber cuales eran las laceraciones que me lesionaban mi corazòn y mi conciencia; después de un taller de prosperidad en el que entendì que yo soy merecedor de todo lo bueno y que soy brilante y que soy perfecto y que soy capaz; me siento nuevo, soy otro YO.

En este camino, no puedo obviar todo el apoyo y el cariño de Alma, mi gran maestra, mi gran guìa. Gracias Alma, mi gratitud y mi cariño por ti para siempre.

Pero tambièn quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes, amigos andantes de este camino, que me han tendido su mano, que me han dado su apoyo, me han abrazado y me han demostrado su cariño, su luz, su magia. Gracias a mis amigos del taller de prosperidad, a mis amigos del taller de heridas, a mis amigos del taller de mentes maestras, de quienes me separé para seguir mi camino de crecimiento individual, pero de quienes estoy cerca siempre con mis oraciones.

Gracias 888 por ser y estar.

Gracias Chinitos por existir.

Pero sobre todo, gracias Dios por iluminarme, guiarme y acompañarme siempre.

Andantes somos, y en el camino seguimos.
Bendiciones a todos.
José Daniel Hernàndez L.

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Gracias, Padre, por ponernos en el camino!