Abierto al cambio

¿Cuántas veces no hemos escuchado argumentos tales como:

"Los que estamos en este camino...".

"Los que ya aprendimos..."

"Los que estamos en esto ya hacemos...".

"Esto que estamos aprendiendo...", etc?

Muchas, infinidad de veces.

Pero solo son palabras al aire, palabras huecas y vacías sin vida.

Miramos a nuestro alrededor y vemos que las personas siguen siendo las mismas, con sus mismos problemas, ni siquiera problemas nuevos, los mismos y anquilosados problemas de siempre.:

"No he tenido suerte con este trabajo".

"No tengo dinero".

"Me merezco más pero con esto me conformo".

·"Me ha ido mal con mis amigos".

"Mi familia está distante conmigo".

"Mi esposo no me da".

"Mi esposa no me apoya".

"Mis hijos no valoran mi esfuerzo", etc.

Y asi una retahíla de pretextos, dimes y diretes que en el fondo llevan miedo de avanzar, frustración, decepción, enojo.

Y entonces viene la pregunta obligada:

¿Por qué no aplicamos lo aprendido?.

¿Por qué, si realmente estamos en esto, si estamos aprendiendo, no avanzamos?.

Seguimos estancados en el no puedo, no quiero, no me dan, no merezco, no aspiro a tanto, no anhelo tener esto o aquello, etc.

Seguir esperando a que los demás hagan algo por uno es lo más patético que puede pasarle a alguien que presume de estar en este camino, porque entonces no se ha abierto a las señales.

¿Tú, que estás en este camino, qué estás haciendo por tí?

¿De qué o cuál manera estás aplicando las enseñanzas recibidas para mejorar tu vida?.

Es una buena pregunta... ¿Tienes la respuesta?

Es tiempo que hagamos un alto y apliquemos un ejercicio de ejercicio de introspección para analizar y reflexionar acerca de lo que estamos haciendo, si estamos realmente en el camino correcto o tomamos por el rumbo equivocado.

Porque, honestamente,no podemos pasarnos toda la vida haciéndonos tontos, pensando que estoy aprendiendo mucho, cuando en realidad mi vida no lo refleja por nada.